El valor añadido de lo “hecho a mano”
Con el auge del plástico, la fibra y las tiendas de todo a cien nos hicieron pensar que las manualidades morirían. Un error, nos equivocamos. Un potente movimiento Handmade (Hecho a mano), con millones de seguidores y como motivo principal, y de sobra, para crear un blog, un canal de Youtube, una página de Facebook y numerosos tableros en Pinterest. Todos ellos con el DIY por bandera (Do It Yourself, hazlo tú mismo) que han reinventado el mundo para ser tendencia. Su éxito no estriba en los materiales o técnicas empleadas, ya que eso lo aprendimos de nuestros abuelos, si no de la contemporaneidad que tienen sus diseños. Pero sobre todo, el motor que ha sido capaz de mover este movimiento ha sido el universo Internet y su fuerza para recuperar aquello que, aparentemente, se estaba quedando obsoleto.
Idoia Cuesta elaborando a mano su colección Pandeira | CoolMaison
Como en cualquier convivencia, todas las partes tienen que ceder y adaptarse. Precisamente esta adaptación ha sido la que ha permitido el resurgir de estos oficios, ya que, con la llegada de Internet y el empleo de esta red para dar a conocer su trabajo, han sido clave en esta historia. Puede resultar una paradoja que la artesanía utilice Internet para difundirse, pero nada de la evolución tecnológica ha de producir rechazo si su uso es el adecuado.
Todos empezamos a curiosear la procedencia de lo que nos rodea, nos gusta saber y conocer, y por qué no, aprender a hacerlo. Esto último ha dado la oportunidad a muchos de nuestros artesanos a reciclar su vida laboral y reinventarse.
La moda en la artesanía
Las grandes empresas, importantes firmas comercialmente conocidas y pasarelas que revolucionan el panorama de la moda actual, salen en busca de artesanos. En ellos encuentran una moda que se rige por valores como la identidad, la artesanía y la tradición.
La creciente permeabilidad tanto de los mercados locales como internacionales es una explicación a este fenómeno. Como todo tiene sus cosas buenas, pero conservar la identidad propia es vital. Está naciendo una gran oportunidad para descubrir, y acercarnos, a los artesanos desconocidos o incluso olvidados. En busca de nuestra propia identidad, saber de dónde venimos y por qué somos así, encontramos diseñadores con nuevas estéticas y estilos, una sinergia perdida en la urbe. Incluso cuando emigrar es una obligación, conservar la tradición cotiza al alza. Muchos de los diseños de nuestros artesanos son frutos de la colisión visual entre sus herencias culturales y las tendencias.
Cuando el sistema se colapsa, comenzamos a ver la realidad con una mirada nueva, cayendo en el olvido aquellos prejuicios que no hacen más que separarnos de lo realmente valioso. Ejemplo de ello fue la apariencia de nuestra artesana Idoia Cuesta en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid colaborando con la firma de lujo nacional Loewe o la diseñadora de moda gallega Sara Coleman.
Todavía se piensan que estas colaboraciones pertenecen a un espacio alternativo, impenetrable para la primera división de la moda. El tiempo, la lógica y la ética ya ha calado, y no solo en la moda textil, sino en el diseño aplicado a objetos cotidianos.
Déjate querer por el hecho a mano en CoolMaison.